Cerca del siglo XIX la gente tenía una tradición que en nuestra época nos parecería extraña. Le sacaban fotos post morten a sus seres queridos, es decir una vez que la persona moría se la fotografiaba para tener un recuerdo de ellas en el estado que se encontraba. Se preparaban escenarios y se los maquillaba, muy similar a los que hacen las funeraria hoy en día. A mí parecer no lo veo algo del otro mundo, puesto que la muerte es lo más natural. Somos carne y lo que realmente nos compone es un alma, pero cada uno con su opinión. Aquí les dejo las fotografías.
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