Qué
vileza compone a uno de los reyes más amedrentadores del existir cósmico
Qué
hazaña de algún dios arcaico pudo dar inicio a un legado de tal renombre
Qué
sacrilegio fue el que le otorgó la vida al que trae miles de maldiciones.
Infame
como su propio creador
Rabioso
y rebelde en las tierras que gobierna
El
rey rojo juró con tiranía tomar lo que era suyo
Un
poder inmenso lo componía
Una
maldad terrible lo alentaba
Un
caos infinito lo guiaba
Una
familia corrupta le daba poder.
Desde
los sitios olvidados del reino, hasta las tierras recorridas por los nobles
Desde
la maldad impenetrable, hasta la bondad inmortal
Pero
nada de esto importaba
Todo
lo había consumido
El
que jamás debía ser invocado
El
rey rojo
La
infamia de los dioses
El
maldito que tuvo el poder más grande.
Jamás
se debía saber la verdad del rey
Jamás
debía volver a gobernar
Jamás
se debía concebir el poder de la maldad gobernante
Las
guerras sólo eran una pisca de su malicia
La
avaricia sólo era una falencia de las miles que lo componían
El
rey rojo, el que siempre será recordado, pero del que nadie se querría acordar
Escapando
de Epimorden para llegar a Las Tierras Florestas
Allí
cambió la historia del existir
Allí
se plantó ante muchos supremos
Y
allí fue donde padeció y murió una de las maldades aberrantes jamás conocidas
del cosmos
Su
creador fue el mal supremo
Su
destructor fue el gran concejo
Un
mal para otro mal
Nostrom
lo creó y Nostrom lo lloró
Donde
el dios ponía la mano corrompía el existir
Donde
el dios daba vida, quitaba millones más
Allí
viene la explicación de tal aberración jamás creada
Allí
viene el nombre del mal mortal más temido
Allí
descansa en su tierra natal
Allí
yace en Epimorden
El
rey Rojo.
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