miércoles, 21 de septiembre de 2011

Retrocorpere



La madre de los mortales castigada por sus propios hijos
La madre que los trajo al mundo
La señora que los mantuvo en sus regazos
La dueña de la vida y de la sapiencia humana

Pero todo debía terminar, todo debía llegar a su fin
Como lo hacían las estaciones
Como los hacían los cuerpos astrales
Como lo hacían los mortales

Cansada de tanta injusticia contra sus propias entrañas y contra sus propios sentimientos ocultos en la oscuridad
Se encargaría que sus proles mortales, los señores de la codicia lo paguen por toda la eternidad

Todos los pueblos, todos los imperios, todas la ciudades, todas la civilizaciones
Todos lo pagarían y ninguno a la vez
Todo debía ser así
Todo estaba escrito en los papiros del universo
Todo estaba creado por la mano de los dioses del cosmos
Todo vivía, todo moría, todo renacía
La señora que dio sus órganos para dar la vida
La mujer o la hembra del universo, nadie lo sabía con exactitud
La señora que lloró ríos de azufre, se baño en mares de sangre y engendró compuestos de carne y huesos

Y estos compuestos creados por tal mujer dueña de la belleza infinitesimal
La fueron deteriorando poco a poco
Punzando cada parte propensa al dolor

La tierra, el mundo
Aún no se comprendía si el planeta era un dios o una diosa

Lo único que comprendían las proles del planeta más esplendoroso del universo era, que todo estaba por concluir

Ráfagas de sonidos agónicos transitaban los senderos del mundo
Ecos de gritos que eran capases de cuajar hasta al hombre más impertérrito hacían notar su presencia vaporosa
Ríos de lamentos provenientes de los miedos más indómitos de la raza cordial
Altares descontrolados se postraban en el umbral de la condenación
Centellas vivas encargadas de calmar el alma de cualquier mortal, recorrían la carretera de la peste y transitaban las riveras de la creación corrompida por la causa más bizarra de los seres más despreciables.

Pronto todo terminaría
Pronto todo se detendría
Pronto todo aliviaría el alma de muchos y corrompería el sentir de tantos

Ya no existían las ciudades
Ya no existían los imperios
Ya no existían las civilizaciones
Ya no existían los pueblos
Ya no existían mortales para habitar tales lugares creados por las mentes más crecientes y más degradantes para la vida

Todo volvió a ser como en tiempos olímpicos
Todo volvió a ser como debía ser

La madre de los mortales, el padre de los humanos
Nadie lo sabía con exactitud
Pero lo que sí era predicho en los imperios del cosmos era, que estos dos, que eran uno a la vez, se habían quedado sin sus hijos
Algo que no tenía nombre
Pero algo que era necesario para que la vida pudiese volver a los caudales del renacimiento

Debía ser así, nunca cambiaría
Nunca más existirán tales aberraciones para un dios o un planeta encargado de proporcionar esplendor

El tiempo, ya no avanzaba
El espacio, no tenía planes de propiciar nada
La materia, ya era cosa de un pasado reciente y ya no era necesaria en el nuevo cuerpo astral

Pero la madre dadora de la vida no había muerto
Ella no, ella no debía morir nunca
Sólo se había desasido de una peste que la enfermaba día a día

La madre o el padre sólo los mortales podían llamarla de tal manera
Pero ellos ya no tenían ningún papel en el escenario de la creación

La perdición no era una opción para la señora de la vida
La angustia no era algo propio de ella
La soledad no transitaba por su imaginación
Lo único que podía amoldar en sus entrañas era la energía

La energía daba la vida
La energía propiciaba a la materia

Mientras la madre de la creación divina tuviese energía
No faltaría nada en sus regazos

Una raza fue desterrada
Una raza sólo será ecos de un pasado remoto y cercano para nuevos dueños de almas cargadas de júbilo
Dueños que surgirán desde las entrañas más profundas de los pensamientos más remotos, de una madre que tuvo que sacrificar a tantos para dar vida a  muchos.


Licencia Creative Commons
Retrocorpere por Damian Fryderup se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en almascondenadas-df.blogspot.com.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario