viernes, 19 de julio de 2013

El rey rojo


Qué vileza compone a uno de los reyes más amedrentadores del existir cósmico
Qué hazaña de algún dios arcaico pudo dar inicio a un legado de tal renombre
Qué sacrilegio fue el que le otorgó la vida al que trae miles de maldiciones.

Infame como su propio creador
Rabioso y rebelde en las tierras que gobierna
El rey rojo juró con tiranía tomar lo que era suyo
Un poder inmenso lo componía
Una maldad terrible lo alentaba
Un caos infinito lo guiaba
Una familia corrupta le daba poder.

Desde los sitios olvidados del reino, hasta las tierras recorridas por los nobles
Desde la maldad impenetrable, hasta la bondad inmortal
Pero nada de esto importaba
Todo lo había consumido
El que jamás debía ser invocado
El rey rojo
La infamia de los dioses
El maldito que tuvo el poder más grande.

Jamás se debía saber la verdad del rey
Jamás debía volver a gobernar
Jamás se debía concebir el poder de la maldad gobernante
Las guerras sólo eran una pisca de su malicia
La avaricia sólo era una falencia de las miles que lo componían
El rey rojo, el que siempre será recordado, pero del que nadie se querría acordar

Escapando de Epimorden para llegar a Las Tierras Florestas
Allí cambió la historia del existir
Allí se plantó ante muchos supremos
Y allí fue donde padeció y murió una de las maldades aberrantes jamás conocidas del cosmos
Su creador fue el mal supremo
Su destructor fue el gran concejo
Un mal para otro mal
Nostrom lo creó y Nostrom lo lloró
Donde el dios ponía la mano corrompía el existir
Donde el dios daba vida, quitaba millones más
Allí viene la explicación de tal aberración jamás creada
Allí viene el nombre del mal mortal más temido
Allí descansa en su tierra natal
Allí yace en Epimorden
El rey Rojo.




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